Roberto Landell de Moura

Landell ingresó en el seminario a los 11 años, siguiendo su formación en la universidad Pontificia Gregoriana de Roma, en la que cursó estudios de física y química.

En 1886 después de ser ordenado sacerdote volvió a Brasil.

En 1892 fue destinado a São Paulo y comenzó sus investigaciones sobre los fenómenos físicos ondulatorios y las propiedades de la luz.

En 1893 realizó una transmisión radiotelefónica en la ciudad de São Paulo, sobre una distancia de 8 km. La incomprensión de tan notable experimento, tanto por parte de las autoridades como del mismo pueblo llano, le valió la fama de excéntrico que le acompañaría el resto de sus días.

En 1900 solicitó una patente en Brasil sobre su sistema de comunicación que le fue concedida al año siguiente.

En 1901 viajó a Estados Unidos, estableciéndose en Nueva York con el objeto de dar a conocer y patentar sus inventos, cosa que realizó, no sin las consiguientes dificultades económicas, salvadas con la ayuda de sus amigos.

Una de sus patentes, la US775337 solicitada en 1901 y concedida en 1904, trataba de un sistema de radiotelefonía tipo fotófono, en el que la luz era la portadora de las señales de audio, utilizando dispositivos parabólicos y una célula de selenio en el circuito receptor.

La repercusión de los trabajos de Landell en Estados Unidos fue mínima, seguramente por falta de apoyo de los círculos influyentes de este país.

Landell llegó de vuelta a su país a principios de 1905 y de inmediato se dirigió a las autoridades de la nación, y más en concreto al presidente de la república, con una propuesta para el establecimiento de un sistema de comunicación entre buques, con el objetivo de demostrar la validez del mismo. Pero las autoridades, teniendo en cuenta la fama que le precedía y las afirmaciones de Landell de que podía comunicarse con un buque que estuviese en cualquier parte del planeta y mas aún su convencimiento de que en el futuro podrían realizarse comunicaciones interplanetarias, no le concedieron el mínimo crédito y su petición fue rechazada.

Desencantado ante esta negativa, Landell abandonó todo interés por la experimentación y volvió a su ciudad natal para ejercer sus obligaciones religiosas hasta su fallecimiento.

Fuentes consultadas / Sources

O "incrível" padre Landell de Moura. Rio de Janeiro, 1984.